Cherry pie o tarta de cerezas

Cherry pie o tarta de cereza

Hoy preparamos una receta súper deliciosa, estoy segura que os va a gustar muchísimo. La famosa cherry pie o tarta de cerezas americana. Es una tarta con un sabor riquísimo, la masa queda crujiente como galleta y el relleno a base de cerezas maceradas es lo que la hace tan especial.

Cherry pie o tarta de cereza
Cherry pie o tarta de cereza

Ingredientes para el relleno:

1 kg de cerezas

200 gr de azúcar

Las semillas de una vaina de vainilla

3 cucharadas de maicena (harina fina de maíz)

Ingredientes para la masa:

500 gr de harina de trigo

250 gr de mantequilla fría

2 cucharadas de azúcar

1 cucharadita de sal

1 cucharada de jugo de limón

50 ml de agua

Para pincelar el enrejado:

Un poco de leche o 1 huevo batido

Preparación:

Vamos a comenzar deshuesando las cerezas, así que lo primero que haremos será lavarlas y escurrirlas.

Para hacer este paso, os aconsejo que os pongáis unos guantes desechables ya que el jugo que sueltan mancha mucho.

Y para retirarles el hueso, haremos un corte por la mitad, giraremos ambas mitades para separarlas y ya podremos sacarle el hueso.

Con paciencia iremos haciendo este trabajo y si le pedimos a alguien que nos eche una mano, esta parte de la receta nos resultará más amena 😉

Cuando las tengamos, las prepararemos para el macerado.

Lo primero que haremos será abrir la vaina de vainilla para retirarle las semillas de su interior.

Ahora pondremos las semillas en el recipiente donde tenemos las cerezas ya deshuesadas y añadiremos también los 200 gr de azúcar.

Removeremos muy bien y dejaremos macerar dentro del frigorífico durante unas 10-12 horas. En este tiempo se habrán puesto blanditas y habrán soltado su jugo.

Una vez haya pasado el tiempo, sacaremos el recipiente del frigorífico y le agregaremos las 3 cucharadas de maicena de la siguiente forma; tomaremos un poco del líquido que han soltado las cerezas y lo pondremos en un vaso, añadiremos la maicena y removeremos muy bien hasta que se haya diluido y no haya ningún grumo. Ahora pondremos esa mezcla en el recipiente donde tenemos las cerezas y lo moveremos para distribuirlo.

El relleno ya lo tenemos terminado, así que lo reservaremos y comenzaremos a hacer la masa de la tarta. Podéis dejarlo dentro del frigorífico o a temperatura ambiente, como deseéis.

En un recipiente pondremos los 500 gr de harina, las 2 cucharadas de azúcar, la cucharadita de sal y moveremos un poco.

A continuación agregaremos los 250 gr de mantequilla, recién sacada del frigorífico y cortada en dados.

Mezclaremos hasta llegar a formar una especie de arena. Lo haremos con la punta de los dedos, hay que integrar la mantequilla pero sin manipularla demasiado, por eso es mejor hacerlo de esta manera.

Cuando tengamos una mezcla arenosa, añadiremos la cucharada de jugo de limón y los 50 ml de agua.

Integraremos de nuevo estos ingredientes, lo haremos primero en el recipiente y después pasaremos a trabajar la masa a nuestra mesa de trabajo.

Tenemos que compactar la masa hasta llegar a formar una bola.

Al principio parece como si no se fuese a compactar nunca, porque lo mismo se compacta que después se deshace, pero no os preocupéis porque sí es posible y en menos tiempo del que hubiéramos imaginado.

Cuando comencemos a notar que todo se va uniendo y permaneciendo en su lugar sin deshacerse, haremos una bola.

En este momento la masa es muy agradable y quizás nos apetezca seguir amasando pero no lo vamos a hacer porque aportaríamos el calor propio que nuestras manos desprenden y esta masa no lo necesita, debe permanecer fría y por lo tanto ha de manipularse lo menos posible.

Cuando tengamos nuestra bola hecha, la envolveremos con film transparente y la meteremos en el frigorífico por al menos una hora. Si no la vamos a utilizar después de una hora porque no nos venga bien, no pasa nada, se puede quedar en el frigorífico hasta que la necesitemos.

Una vez refrigerada vamos a dividir la masa en dos porciones, una más grande que la otra.

Utilizaremos la más grande para la base de la tarta y la más pequeña para hacer las tiras que formarán el enrejado final.

Ahora antes de comenzar a darle forma a la masa, podemos preparar el molde que vayamos a utilizar. Esta tarta se suele servir en el mismo molde en donde ha sido horneada, sin desmoldarla, pero yo en esta ocasión la voy a desmoldar. El molde que voy a utilizar mide 28 cm de de diámetro, es de bordes rizados y su base es desmontable. Aquí podéis ver uno similar.

Así que prepararé el molde engrasándolo con mantequilla y enharinándolo después. Si os apetece servir la tarta fuera del molde y no disponéis de uno desmontable, podéis forrarlo con papel de hornear, así sacaréis la tarta sin ningún problema.

Seguidamente, tomaremos la porción más grande de masa y la aplanaremos con la ayuda de un rodillo de cocina. Cuando tengamos un tamaño un poco más grande que el de nuestro molde, la enrollaremos sobre el rodillo y la colocaremos encima desenrollándola con cuidado.

La ajustaremos bien por toda la base y las paredes. Para recortar los bordes podemos hacerlo pasando el rodillo por encima, y estos restos de masa los vamos a unir también con la porción más pequeña.

Pincharemos la base con un tenedor y cuando lo tengamos, reservaremos el molde dentro del frigorífico mientras preparamos las tiras para la decoración.

Ahora sería un buen momento para ir precalentado el horno. Lo haremos a 190 grados centígrados y solo con calor abajo.

A continuación cortaremos la tiras. Para un molde como el mío de 28 cm necesitaríamos 16.

Alisaremos la masa y cortaremos tiras de más o menos 1 cm de ancho. No hace falta que todas sean igual de largas, lo importante es que haya al menos 6 u 8 lo suficientemente largas que serán las que irán el parte central, el resto pueden ser un poco más pequeñas.

Una vez tengamos las tiras necesarias cortadas, sacaremos el molde del frigorífico y pondremos el relleno de cerezas.

Para hacer el enrejado, comenzaremos poniendo tiras dirijidas hacia nosotros hasta completar el molde, después colocaremos una de forma perpendicular a las anteriores y la iremos entrelazando; pasaremos primero por encima de la primera y por debajo de la segunda, después por encima de la tercera y por debajo de la cuarta y así sucesivamente. Es más fácil hacerlo que explicarlo, os aconsejo ver el vídeo de esta cherry pie o tarta de cerezas

Cuando hayamos terminado, cortaremos los trozos de masa que sobresalen y apretaremos bien todos los extremos de las tiras uniéndolos con la masa de las paredes.

Por último, podemos pincelar la superficie con un poco de leche o con un huevo batido.

Hornearemos a 190 grados centígrados con calor solo abajo durante 15 minutos y colocaremos la tarta a una altura baja.

Pasados los 15 minutos, cambiaremos la opción del calor para que caliente arriba y abajo y dejaremos hacer durante 35 minutos.

Finalizado el horneado, dejaremos enfriar sobre una rejilla para después desmoldar.

Os animo a hacerla, se tarda un poquito pero no es nada difícil. Esta cherry pie o tarta de cerezas americana se suele acompañar con helado de vainilla.

Espero que os haya gustado y hasta la próxima receta!

Aquí podéis ver el vídeo de la receta:

Cherry pie o tarta de cerezas

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