Albóndigas en salsa de tomate

Albondigas en salsa de tomate

Hoy preparamos unas albóndigas con tomate casero que están de rechupete.

Las albóndigas en salsa de tomate casero son un plato tradicional, reconfortante y perfecto para cualquier ocasión. Es una receta que se ha transmitido de generación en generación y que siempre triunfa en la mesa.

Las albóndigas quedan tiernas y jugosas con un sabor intenso y especiado.

La salsa de tomate casera le aporta un sabor auténtico e irresistible.

Un plato completo y nutritivo que encantará a toda la familia.

Te cuento cómo las hago yo.


Albóndigas con tomate
Albóndigas con tomate casero


  • 600 g de carne picada o molida (mezcla de cerdo y ternera)
  • 1 huevo
  • 2 dientes de ajo
  • 1 trozo de pan o 2 rebanadas de pan de molde
  • 50 ml de leche
  • 1 cucharadita de perejil seco o un puñadito del fresco picado
  • Harina para rebozar
  • Aceite de oliva
  • Sal


  • 1.200 g de tomate natural triturado (yo he usado el que viene en lata)
  • Una cucharadita de las de té de sal
  • 1 cucharadita de las de té de azúcar
  • 1 hoja de laurel
  • Aceite de oliva


1. Comienza preparando la carne.

Parte en trozos el pan y vierte la leche.

Añade los dientes de ajo a la carne, bien picaditos o rallados.

Pon también el huevo, el perejil, un poco de sal, el pan mojado en la leche e integra todos los ingredientes. Puedes hacerlo con tu mano bien limpia.

Deja reposar la carne y prepara ahora la salsa de tomate casera.

2. Yo voy a hacer la salsa en esta olla exprés. En una olla convencional tardará en hacerse como una hora aproximadamente y en este caso sería conveniente cocinar a fuego bajo, ir removiendo de vez en cuando y taparla mientras se cocina.

En la olla exprés y a fuego medio, pon un chorro de aceite de oliva, que cubra la base pero sin excederse.

Añade el tomate, la sal, el azúcar y la hoja de laurel (yo la suelo romper un poco para que libere mejor su aroma).

Tapa la olla y cuando la válvula empiece a girar cocina durante 10 minutos.

Pasado el tiempo, retira la hoja de laurel y disponte ahora para hacer las albóndigas.

3. Prepara un recipiente con agua para ir mojándote las manos mientras las haces y así se evita que se peguen.

Toma porciones y haz bolitas. Pásalas por la harina y ve reservando en un plato.

4. Cuando las tengas todas hechas, dóralas en una sartén con aceite de oliva. No es necesario que se hagan por completo ya que terminarán de hacerse en la salsa después.

Mientras las vas haciendo, pásalas a un plato al que le habrás puesto papel absorbente.

Una vez terminadas colócalas en la olla con el tomate frito y a fuego bajo deja que se terminen de hacer. Con unos 5 minutos será suficiente. Mueve delicadamente para no romperlas o menea la olla de vez en cuando.


Albóndigas con tomate casero

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